Soy como el sol y la luna, que son vigías infinitos del amor, tras los pasos perdidos de una noche de pasión. Soy otro poeta maldito, dispuesto a morir por sus convicciones.
Soy distinto, el que siente, en este mar de gente, tratando de disimular imitando su locura.
Soy el que espera, aveces, ya que aveces escapo por ventanas a bañarme de luna, por la calles de acá.
Para que nos vayamos conociendo, tengo miedos, pero estoy dispuesto a enfrentarlos, no ahora, no se si solo.
No soy nadie, no soy como todos, nunca fui el que quisieron que fuera. Es que me da asco como son.
Soy prisionero de mis vicios, prófugo de amores nocivos. Vivo mil vidas por minuto.
Para que nos vayamos conociendo, podría ser asesino, si enfrento inmortales.
Para que nos vayamos conociendo, me encantaría conocerte, pasearte entre estrellas, besarte por los callejones.
Soy mi ego, describiendo a quien empiezo a conocer.
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